Pasar del “hoy lo creo”, al “mañana no lo creo.

• Nuestros sistemas de creencias se van configurando desde la infancia y afectan al resto de nuestra vida.

Es decir, las creencias son un conjunto de juicios y opiniones sobre el mundo -que hemos generado desde nuestros primeros años de vida- y que tenemos tan hondamente arraigados en nuestra vida, que consideramos que son la realidad. Esto configura nuestro mapa mental de tal manera que es casi imposible poner en duda esas creencias. Generalmente, operan de manera inconsciente…

A continuación algunas frases que nos hacen dar cuenta que tenemos creencias limitantes:

Si nos escuchamos diciendo alguna de estas frases, es posible que detrás haya una creencia limitante tan arraigada en nosotros, que ni sabíamos que la teníamos.
1. Eso es imposible.
2. No puedo hacer eso.
3. No me lo merezco.

Pero las creencias limitantes pueden ser devastadoras. Por eso, estaría bien conocer alguna pauta para identificarlas. ¿Por dónde empezar a tirar del hilo que me lleve a identificar una creencia limitante…?

Desde ahí podemos empezar a preguntarnos ¿Qué pasaría si, en vez de creer eso, creyera lo contrario? ¿Qué personas conozco que crean lo contrario? ¿De dónde puede venir esa creencia?

Si el hecho de tener esta creencia: “cuando uno quiere algo y persiste lo acaba consiguiendo” nos ha ayudado muchas veces en nuestra vida, ¿por qué cambiarla…?

Debemos asumir que el cambio de creencias no es cuestión de un simple click… pasar del “hoy lo creo”, al “mañana no lo creo”, lleva su tiempo. Por eso, para terminar con una creencia limitante, el primer paso siempre es ponerla en duda, empezar a cuestionarla: ¿y si yo no creyera eso?

Nos ayudamos con algunos pasos prácticos para identificar y así alcanzar lo que soñamos:

1. Identifica lo Importante: Primero, reconoce lo que es importante para ti. Puede ser un objetivo, un valor, una aspiración o una convicción. Tenemos que estar claros sobre lo que deseamos convertir en una creencia fuerte.
2. Comprende el Para qué: Profundicemos en por qué esto es importante para nosotros. ¿Cómo nos beneficiará? ¿Qué impacto positivo tendrá en nuestra vida? Cuanto más claro seamos sobre el “Pará qué”, más motivados estaremos para creer en ello.
3. Visualiza el Éxito: Imaginemos cómo se verá nuestra vida una vez que esta creencia importante se convierta en una parte integral de nosotros. Visualicemos nuestras metas alcanzadas y cómo nos sentiremos cuando las logremos.
4. Repite y Refuerza: Repitamos afirmaciones positivas relacionadas con esta creencia todos los días. Cuanto más lo repitamos, más arraigado se volverá en nuestra mente.
5. Actuar en Consecuencia: Tomemos medidas coherentes con esta creencia. La acción refuerza la creencia y nos acerca a nuestros objetivos.
6. Eliminar Obstáculos Mentales: Identifiquemos y abordemos cualquier creencia limitante o pensamiento negativo que pueda estar obstaculizando nuestro camino hacia la creencia fuerte.
7. Busca Apoyo: Comparte tu objetivo y creencia con amigos, familiares o un mentor de confianza. El apoyo de otros puede ser una fuente de motivación adicional.
8. Persistir y Aprender de los Fracasos: Es posible que encontremos obstáculos en el camino. No nos desanimemos. Cada desafío es una oportunidad para aprender y fortalecer tu creencia.
9. Celebrar los Logros: Reconozcamos y celebremos cada pequeño logro en nuestro camino hacia la creencia fuerte. Esto nos mantendrá motivado y reforzará nuestro compromiso.

Recordemos que creer en algo profundamente puede transformar nuestra vida y ayudarnos a superar obstáculos. Con determinación y esfuerzo, podemos convertir lo importante en una creencia arraigada que nos guíe hacia el éxito y la realización personal. ¡Tenemos el poder de hacerlo realidad!