Tal vez en los días difíciles de la vida, ha habido muchas ocasiones en que creíste que no podrías soportar un día más.
¿Vos has vivido esos días? Estás cansado y consumido, débil en cuerpo, mente y espíritu, te sentís deshecho e incapaz, y entonces algo se activa en vos y te ayuda, y te encontras luego en el futuro. Lo lograste. Podes seguir andando.
Tenes dentro tuyo más de lo que creías. Ese más es Dios, Ese más es que Él está a tu disposición.
Su palabra nos dice que Dios te sostendrá o sea que te podes acostar y dormir en la noche y volver a despertar porque Él te sostiene, por eso lo mejor que podés hacer cuando estás tentada/o a sentirte abrumada al final del día es irte a dormir. Porque cuando te levantes en la mañana descubrirás que Dios te sostiene y que has logrado superar otro día exactamente como él prometió. Y seguirás superando muchos más.
Dios es fiel, promete no dejar que seas tentado, tratado y probado más allá de tu capacidad, fortaleza y poder para soportar. Él te ayudará a ser fuerte y poderoso, a soportar con paciencia. Dios nos dice a cada uno: “Tenes en vos más de lo que te das cuenta. Estás hecho para ganar; y no para ser derrotado. Estás hecho para recibir mi promesa”.
Todos nosotros atravesamos dificultades en esta vida y tal vez las tuyas podrían ser particularmente duras, pero cualquier cosa con la que estés tratando, tenes que saber que nada es demasiado difícil para Dios. Podrías estar cansado y consumido, pero Él te llevará a través de todo esto.
Dios te promete: “Lo que estás pasando es momentáneo y sujeto a cambiar. Pero una cosa no cambiará y esa es mi Palabra, mis promesas, las cuales son eternas”
En muchas oportunidades buscamos en los momentos difíciles una palabra de aliento sin darnos cuenta que Dios nos ha dicho: “Que, aunque andemos en caminos oscuros y malos, Él nos ayudará a atravesarlos”. Él desea que nos mantengamos siguiéndolo para dirigir por esos caminos nuestros pasos y nos hará llegar a un lugar donde otra vez hay esperanza, y hará real esa esperanza.
Por eso Él nos pide que no debemos perder la confianza ya que esta va a ser recompensada, porque es necesario mantenernos fuertes para cumplir la voluntad de Dios y así recibiremos lo que Él nos ha prometido.
Y hay una estrategia en estas palabras para enfrentar y ganar las batallas de la vida. Ya que existe un camino para atravesar la angustia, la ruina financiera o la enfermedad que podrías estar enfrentando.
Y hay un camino para vencer la desilusión que sufrís, o la herida causada por tus hijos o por las personas que creías amigas y también existe un camino más allá de la desesperación al haber perdido personas o lugares que amabas… y esto es simple de entender, aunque a veces es todo un desafío practicar.
Pero hasta en la práctica de esta estrategia Dios está allí con otra promesa, con la promesa de ayudarte a saltar los obstáculos, porque él no es un Dios de promesas vacías, Dios quiere hacerte bien en cada una de esas promesas que tiene justamente para vos, y justamente para mí.
Manténe tu confianza en Dios ya que debes saber que la vida intentará robar tu confianza en el Señor, pues suceden cosas que nunca soñaste. La tragedia ataca. Bombas explotan. Se pierden amores. Surgen problemas de salud. Mueren sueños. En medio de los problemas, al atravesar toda aflicción estás tentado a renunciar a tus sueños, a vos mismo y a Dios. Los obstáculos parecen demasiado profundos y el costo parece demasiado grande, debes ceder el control que nunca tuviste y debes empezar a creer que Dios hará que todo obre para tu bien.
Y hasta aquí te pregunto: ¿Qué te está impidiendo seguir adelante, que está amenazando hoy con robarte tu alegría y tu fe? ¿Cómo estás peleando aquello? ¿Has intentado pedir a Dios? ¿Estás leyendo la Palabra de Dios? ¿Estás aún tentado a desistir, a darte por vencido?
Imagina ahora esa gran línea de llegada frente a vos. ¿Podes ver tu respuesta al otro lado? ¿Puedes ver tu sueño cumplido?
Está exactamente delante de vos, Este no es el momento de renunciar. Quizás estén sucediendo cosas detrás tuyo o a tu lado. Tal vez no logres ver porque todo es un poco borroso cuando te hayas en medio de una tormenta, o el viento está soplando demasiado fuerte en tu rostro. Sin embargo, ¿Podes sentir lo cerca que estás de la línea de llegada? ¿Qué tal si en obediencia, durante la lucha por tu vida, das un paso hacia adelante? ¿Qué tal si, sin saber nada de lo que Dios está planeando a tu alrededor o a los costados o incluso adelante, apretas el paso una vez más?
Mira, fe significa no renunciar más. De eso es lo que trata la vida con Dios: más de la vida, más de Él, más del destino que creó para vos. ¿Renunciarías realmente cuando podrías estar a solo un paso de distancia de todo eso que anhelas?
¿Cómo no saber que el próximo paso que des sea el que te lleve allí? Dios nos dice: ¡No pierdas la confianza! ¡No te vuelvas atrás! ¡Yo recompensare’ grandemente tu fe! Cuando perseveres… ¡recibirás de mí! Dios te ama tanto como para buscarte. Él desea darte a vos, la niña de sus ojos, lo que ha prometido. Él nos dice una y otra vez: “Con amor eterno te he amado.” Cuánto te he amado.” Te amo.” Él no quiere que desistas; desea que pruebes la dulzura de sus promesas., que muerdas, no el aire, sino tu propio destino, para saborearlo y vivirlo, para alimentarte de Él para siempre. Y lo único que tenes que hacer es dar un paso. Y uno más, y después otro más.
Post comments (0)