finalmente el primer Motorola plegable ya está entre nosotros.
Es pronto para hablar de rendimiento, batería y cámara. De hecho, nos han dicho que no es un modelo para hands-on, es decir, que no es idóneo para hacer unas primeras impresiones completas (digamos que es el prototipo más reciente), pero sí lo suficientemente avanzado para hablar sobre cómo se siente en mano y qué tal el factor forma. Adelantar que es todo un golpe de nostalgia, puesto que estamos ante un Motorola Razr V3 actualizado, y pequeño spoiler: se siente muy bien.
Ficha técnica del Motorola Razr
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Motorola Razr |
Pantalla principal |
pOLED plegable de 6,2 pulgadas con resolución HD 2142 x 876 píxeles y relación de aspecto 21:9 Cinemavision |
Pantalla externa |
gOLED de 2,7 pulgadas con resolución de 600 x 800 píxeles y relación de aspecto 4:3 |
Procesador |
Qualcomm Snapdragon 710 Octa-Core a 2,2 GHz |
RAM |
6 GB |
Almacenamiento |
128 GB internos |
Batería |
2510 mAh (no extraíble y con carga rápida TurboPower de 15W) |
Cámara principal |
16 MP, f/1.7, Dual Pixel AF, Laser AF, CCT con Flash Dual LED |
Cámara frontal |
5 MP, f/2.0 |
Sistema Operativo |
Android 9.0 Pie |
Dimensiones |
Desplegado: 72 x 172 x 6,9 mm Plegado: 72 x 94 x 14 mm |
Peso |
205 gramos |
Conectividad |
eSIM, 4G LTE, USB-C, Bluetooth 5.0, WiFi Dual Band 802.11 a/b/g/n/ac |
Precio |
1.499 dólares |
Disponibilidad |
Enero 2020 |
La tapa de antes, pero de ahora
Como decíamos al principio, el nuevo Motorola Razr bebe directamente del Motorola Razr V3, uno de los móviles posiblemente más conocidos de la historia. Como heredero en 2019, el Motorola Razr conserva la clásica barbilla en la zona inferior, donde según hemos podido saber, se han guardado elementos como las antenas, que dado el peculiar factor forma, no se pueden implementar en la parte trasera. La barbilla es generosa, gruesa, y actúa como hogar del sensor de huellas dactilares.
En la parte trasera tenemos un acabado cristalizado que se ensucia muchísimo, un mal típico de los móviles hechos de cristal. En la trasera podemos ver la bisagra, que se siente resistente y evita que doblemos el dispositivo hacia el lado que no es. Sobra decir que no hemos forzado el mecanismo, pero desde Lenovo nos aseguran que la durabilidad del mismo es igual que la que se podría esperar de un teléfono normal.
Siendo sincero, me queda la duda de si dentro de dos años la bisagra seguirá ofreciendo el mismo nivel de resistencia que ahora mismo, pero es algo que solo el tiempo desvelará. En cuanto a la pantalla, desde Lenovo nos aseguran que el pliegue «no deja marca», según han comprobado en sus test de laboratorio, y nosotros tampoco hemos apreciado ningún tipo de arruga durante el rato que lo hemos tenido en la mano. Destacar que no estamos usando una pantalla de cristal, sino un polímero.
La bisagra ofrece cierta resistencia a la apertura y tiende a cerrar el teléfono si dejamos la pantalla abierta a medias. El cierre no es precisamente suave, de hecho podemos llegar a ser bastante bruscos y cerrar el teléfono haciendo un gesto como los que hacíamos hace años. Abrir el teléfono con una sola mano puede llegar a ser algo complicado al principio, pero es cuestión de cogerle el punto y saber que tienes que meter la punta del dedo para desplegar el dispositivo.
Cerrar la pantalla y guardarlo en el bolsillo después de usarlo se siente bastante natural
Ahora que hablamos del diseño, este factor forma tan alargado provoca que los botones de desbloqueo y de volumen se hayan colocado demasiado arriba cuando tenemos la pantalla desplegada, tanto que no es posible tocarlos sujetando el teléfono con una sola mano. Cuando está plegado es todo lo contrario, los mismos botones se ubican en una posición cómoda y se puede desbloquear el teléfono e interactuar con la pantalla secundaria sin ningún problema.
Y es que siguiendo la estela de otros móviles plegables, el Motorola Razr tiene dos pantallas: una principal y otra secundaria. La principal, la delantera, la que usaremos la mayor parte del tiempo, tiene una diagonal de 6,2 pulgadas, formato 21:9, tecnología pOLED y resolución HD, algo que se nota si acercamos la mirada. Quizá FullHD habría sido una resolución más apropiada. También tiene un pequeño gran notch en la zona superior para alojar la cámara para selfies.
La pantalla secundaria puede usarse para controlar la reproducción de música o acceder a los ajustes rápidos como WiFi o Bluetooth
La pantalla secundaria tiene un tamaño de 2,7 pulgadas con resolución 800 x 600 píxeles y tecnología gOLED, y en pocas palabras, sirve para hacernos selfies con el teléfono plegado y usando el sensor principal. Cuando activamos la cámara (agitando el móvil), en la pantalla aparece una preview y basta con sonreír, hacer un gesto con la mano o pulsar en la pantalla para hacer la foto. Si abres la cámara en la pantalla secundaria, puedes desplegar el Razr y usarla a tamaño normal gracias a la compatibilidad con App Continuity.
¿Y cómo se siente esta pantalla? ¿Qué tal el factor forma? Siendo completamente honesto, realmente bien. Para mi sorpresa, se siente sorprendentemente natural cerrar el teléfono después de usarlo durante un rato, si bien es algo que se podría acachar a que yo tuve uno de estos móviles con tapa antaño. De acuerdo a Lenovo, «la idea es que puedas tener todo el factor forma que necesitas en un teléfono y lo puedas cerrar para guardarlo cómodamente en el bolsillo y llevarlo». En mi primera toma de contacto, solo puedo decir que lo consigue.
Algo que me ha gustado es lo que la empresa llama «zero-gap». Cuando el teléfono está plegado no hay espacio entre las dos tapas para que entren objetos extraños dentro de la pantalla y la arañen. Si sueles llevar el teléfono en el mismo bolsillo que las llaves o en un bolso, este diseño debería mejorar la durabilidad de la pantalla. Y es importante, porque no tiene resistencia ni al agua ni al polvo. Desde Lenovo se han mostrado muy seguros con su producto, asegurándonos que si se rompe la pantalla la garantía cubrirá la reparación, siempre y cuando no la hayamos roto a propósito. «Vamos a ofrecer un servicio de garantía muy amplio», nos aseguran.
Sin destacar en especificaciones y buscando el equilibrio
Visto el diseño y el factor forma, procede dedicarle algunas palabras a los componentes que encontramos en el interior del Motorola Razr. No es un modelo final, así que no hemos podido jugar, usar apps o indagar en el sistema operativo, así que mejor esperar al análisis para emitir veredicto. Simplemente destacar que tenemos 6 GB de memoria RAM, el procesador Snapdragon 710 y 128 GB de almacenamiento interno.
El Motorola Razr no busca ser el mejor en especificaciones, sino diferenciarse del resto de terminales de gama media
¿Por qué no optar por un gama alta? Según nos han contado, porque han buscado el equilibrio y porque no han querido hacer un móvil que sea mejor en todo, sino ser diferentes. El Motorola Razr es un «trend settler», un marca-tendencias, dicen, y los componentes elegidos parecen ser suficientes para llegar a los usuarios a los que buscan llegar.
«El Snapdragon 710 ofrece un buen rendimiento y capacidades de Inteligencia Artificial», nos comentan, así que se ha combinado con 6 GB de memoria RAM y una batería dividida en dos celdas (una en la «parte superior» y otra en la «parte inferior» de la bisagra) con un total de 2.510 mAh, una cifra que visto el tamaño del panel y el procesador, y siempre sobre el papel, se me antoja algo escasa. Eso sí, tiene carga rápida de 15W.
En lo referente al sistema operativo, el sabor de boca que se nos ha quedado es agridulce. ¿Por qué? Porque el Motorola Razr llega con Android 9 Pie de fábrica, no Android 10, que es la versión más reciente. No tiene capa de personalización (más allá de las Moto Actions que ya conocemos de otros modelos), pero sí un «modo retro» escondido en la cortina de notificaciones que es un golpe de nostalgia en todo el corazón.
¿Y a quién se dirige este terminal? En palabras de Lenovo, «un público al que aspiramos es a los que tuvieron un Razr o que lo quisieron y no pudieron tenerlo, pero también es un marcador de tendencias para el público más joven que quieren cambiar las normas». En ese sentido, creen que este público estará dispuesto a pagar los 1.499 dólares que costará de lanzamiento, y ante la pregunta de si creen que a este móvil plegable le afectará el «Caso Galaxy Fold», son rotundos: «no creemos que nos impacte». De hecho, «esperamos un sold-out y tener lista de espera», afirman.
Las pantallas plegables llegan a la gama media con Motorola como punta de lanza
Nos encantaría poder ahondar en el rendimiento, la cámara y demás apartados que solemos contemplar en las primeras impresiones, pero por el momento, y dado que es un prototipo (muy avanzado, pero un prototipo al fin y al cabo), hemos preferido centrarnos en el diseño y el factor forma. Lenovo ha confirmado que el Motorola Razr llegará a Europa en enero de 2020 (sin fecha exacta), así que esperaremos al análisis en profundidad para conocerlo mejor.
Por el momento, las sensaciones son bastantes positivas, al menos en materia de diseño y utilidad. Motorola parece haber dado con un factor forma útil, alejado de lo que Samsung o Huawei pretenden con sus respectivos Galaxy Fold y Mate X. Si estas dos marcas buscan el teléfono-tablet, Motorola prefiere un móvil convencional que pueda guardarse y transportarse fácilmente. Opciones diferentes, tipos de usuarios diferentes, pero a un precio mucho más reducido, aunque no por ello bajo.
Toca esperar para ver si el mercado acepta un móvil plegable de gama media por 1.499 dólares
Además de la durabilidad y el rendimiento a largo plazo, queda una duda por responder: ¿cómo responderá el mercado a un gama media de 1.499 dólares? Por muy fan que un usuario sea de la marca y del Razr V3 en concreto, ¿estará dispuesto a pagar ese precio por un móvil plegable? Es algo que solo podremos saber cuando se lance.
Google quiere ser nuestro próximo banco y ofrecerá cuentas corrientes a partir del año que viene, según el WSJ
Apple trabaja con Goldman Sachs para su Apple Card, Facebook está inmerso en el desarrollo de su criptomoneda Libra y Amazon ofrece desde hace tiempo distintos préstamos. Ahora es Google quien quiere entrar de lleno en el mercado financiero. Según informa el Wall Street Journal, Google ofrecerá sus propias cuentas corrientes a partir del año que viene.
El proyecto llega con el sobrenombre de ‘Cache’ y contará con la ayuda de Citigroup, una empresa de crédito estadounidense. No es la primera incursión de Google en el sistema financiero, pues desde hace años ofrece Google Pay para pagar con el móvil. Pero esta vez sería diferente, pues Google no solo actuaría como intermediario, sino que se ofrecería directamente para almacenar nuestro dinero, poder realizar transferencias y actuar de forma más parecida a una entidad financiera al uso.
‘Cache’, el banco de Google llegaría el año que viene junto a CitiGroup
«Nuestro enfoque será asociarnos profundamente con los bancos y el sistema financiero», explica Caesar Sengupta, VP de Google Payments. «Puede ser un camino un poco más largo, pero es más sostenible». Por lo que apunta el WSJ, la idea de Google es dejar en manos de los bancos algunas de las funciones e incluso la imagen de marca, pero tener acceso al dinero para poder realizar movimientos directamente, sea a través de los pagos móviles o integrándose en los asistentes de voz.
Cambiar de banco no es un movimiento habitual y Google deberá enfrentarse a la desconfianza que provoca ofrecer datos tan sensibles como los movimientos financieros. Y es que estos datos son muy relevantes, pues tener acceso a la cuenta corriente significa conocer qué compramos, cuánto pagamos y a quién. Habrá que estar atentos a la posición de los organismos reguladores, que serán quienes acaben vigilando que estos datos no sean utilizados para conseguir una ventaja competitiva.
Según informa Sengupta, Google pretende ofrecer un sistema de gestión moderno y crear sistemas de recompensas económicas, pero no acceder a los datos financieros de los usuarios. Según explica, Google Pay no aprovecha los datos para publicidad y no comparte estos datos con anunciantes.
La firma de consultoría McKinsey & Company realizó un estudio sobre la confianza en las empresas tecnológicas para los servicios financieros y el 58% de los usuarios contestó que sí confiaban en Google para ello. Un porcentaje superior al de empresas como Facebook o Apple, aunque inferior al de Amazon.
En Europa, Google ya actúa como fintech
Según las estimaciones de Juniper Research, Google Pay va en camino de alcanzar los 100 millones de usuarios a nivel mundial en 2020. Una enorme cantidad de usuarios que sería el motivo que tendría Citigroup para participar en este proyecto, pues consideran que podría ayudarles a aumentar su clientela más allá de los lugares donde tienen presencia física.
En Europa, a finales del año pasado, Google consiguió una licencia en Lituania para operar como fintech. Esa autorización permitía a Google Payment Lithuania UAB, ofrecer diversos servicios financieros de interés como emitir dinero electrónico, manejar monederos electrónicos, efectuar transacciones de pago, remesas internacionales, servicios de depósito y retiro de efectivo o transferencias de débito directo y crédito. Una serie de funciones que se asemejan a lo que podría empezar a ofrecer Google a gran escala a partir del año que viene.
Facebook Pay: la nueva apuesta de Mark Zuckerberg para ofrecer pagos móviles usando Facebook, Messenger, Instagram y WhatsApp

Mark Zuckerberg no quita el dedo del renglón en cuanto al manejo de dinero de los usuarios de sus diversas plataformas. Después de que Libra cayera en una especie de nevera tras las dudas y escepticismo por parte de reguladores y gobiernos, más la salida de siete de los principales impulsores de la criptomoneda, lo siguiente en los planes de Zuckerberg es algo más tradicional: pagos móviles a través de una nueva plataforma que llevará por nombre ‘Facebook Pay’.
De acuerdo a la información, Facebook Pay será un sistema de pagos que se podrá usar en Messenger, Instagram, WhatsApp y por supuesto Facebook. Permitirá, por ejemplo, enviar dinero a nuestros contactos, comprar productos y hacer donaciones, y estará «construido sobre la infraestructura financiera y las asociaciones existentes», según explican en el comunicado.
Zuckerberg no quiere que salgamos de sus aplicaciones
Libra es un proyecto sumamente ambicioso, con el que buscan cambiar gran parte del sistema económico al plantear un moneda global y compatible con una gran variedad de plataformas y con un valor único. Por esta razón, Facebook quiere dejar claro que Facebook Pay no tiene ninguna relación con Libra, ya que estos pagos sí estarían respaldados por las actuales instituciones financieras, según afirma la compañía.
De hecho, Facebook menciona que PayPal y Stripe son quienes están detrás de Facebook Pay, ya que ellos proporcionarán su enorme infraestructura, y experiencia, de pagos móviles para procesar los pagos de Facebook Pay. Curiosamente, tanto PayPal como Stripe ya retiraron su apoyo a Libra.
Por otro lado, este nuevo sistema de pagos será compatible con la «mayoría» de las actuales tarjetas de crédito y débito. En un inicio estará disponible sólo para pagos de persona a persona, compras in-app y dentro del Marketplace de Facebook, así como para comprar entradas a algunos eventos y recaudación de fondos.
Según la compañía, Facebook Pay es consciente de los posibles problemas de seguridad y privacidad, por lo que cada pago deberá ser autenticado ya sea por huella o rostro del usuario desde su dispositivo móvil, aunque también se podrá configurar un NIP. Facebook asegura que todas las transacciones estarán cifradas y monitorizadas para evitar fraudes.
También afirman que el historial de compras y pagos en Facebook Pay no será compartido con terceros, así como los números de nuestra tarjeta de crédito o número de cuenta. Sin embargo, sí mencionaron que este historial podrá ser usado para mostrarnos anuncios.
Facebook Pay se lanzará la siguiente semana en Estados Unidos a través de Facebook y Messenger, pero ya adelantaron que más adelante llegará a más países y se ampliará su uso a Instagram y WhatsApp. Cabe señalar que desde Facebook adelantan que podremos personalizar el uso de Facebook Pay ya sea para cada aplicación o de forma general para las cuatro, lo que permitirá unificar la experiencia y los pagos de acuerdo a nuestras necesidades.