«_ Cuando te parezca que has perdido la inspiración o las esperanzas, o te sientas sin fuerzas, como si te hubieras quedado sin energía y no sabes qué hacer para recobrarla, hay algunas cosas que pueden resultar de ayuda. Dios creó muchas cosas capaces de potenciar nuestro sentido de bienestar y reavivar la llama de inspiración. Ya sea que estemos superando un momento difícil o por obtener inspiración creativa para una labor, éstas fuentes de inspiración pueden servir como estaciones de reabastecimiento de nuestro espíritu.
- Leer la Palabra de Dios es primordial. La Biblia es una fuente directa de inspiración. Jeremías dijo de la Palabra de Dios: «Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón». Intimidad con Dios debe ser nuestra primera prioridad cuando nos quedamos sin inspiración.
- La amistad, la buena compañía es esencial para llevar una vida feliz. Todos necesitamos apoyo. La mayoría de las mejores experiencias de la vida las compartimos con la gente que amamos. Es más, cuando estamos bajoneados o enfrentamos horas difíciles, los amigos son aún más importantes. Si te encontras lejos de tus amigos y no resulta fácil reunirse en persona con ellos, levanta el teléfono o deja tu mensaje para mantenerte comunicado. Los verdaderos amigos no solo aportan apoyo; también nos inspiran a sacar lo mejor de nosotros mismos.
- La naturaleza es una magnífica fuente de inspiración. La creación de Dios es una prueba constante y asombrosa de Su poder y Su inventiva. Además de ser increíblemente bella en sus múltiples formas, la naturaleza también pone de relieve el poder de Dios y Su amor por la humanidad. La majestuosidad de la creación es un recordatorio constante de que Dios, quien lo creó todo, es soberano y más que capaz de sobrellevar todas las cargas, temores, preocupaciones y oraciones que le encomendamos.
- Procura nutrirte de buenas noticias para elevar el espíritu. «Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad». Podes prestar más atención a las buenas nuevas que llegan a tu vida haciendo una pausa en la mañana o la tarde para reflexionar sobre ellas y escribirlas en tu diario o agenda.
- Apreciar las artes como por ejemplo: música, pintura, escultura, literatura, danza, fotografía. Hay innumerables expresiones, bellisimas expresiones, de la aptitud creativa del hombre, y cuando tomamos tiempo para apreciarlas nos inspiramos y nos elevamos espiritualmente.
- Disfruta de las cosas simples que te obsequia la vida. No siempre se necesita un acontecimiento importante o mayúsculo para levantarnos el ánimo. Algo pequeño disfrutado al máximo y en el momento indicado puede tener un gran efecto. Hay incontables regalos que recibimos a diario de Dios y de los demás, los cuales pueden darnos inmensa alegría y una sensación de bienestar si les prestamos atención.
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El ejercicio. El ejercicio es bueno para el organismo, para la salud mental y emocional, ya que contribuye a levantar el ánimo. Cuando estés bajo de inspiración, ¡move el esqueleto!
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Proba hacer algo nuevo. Un cambio de aires y nuevas actividades renuevan la inspiración. Por eso, siempre que puedas, hace cosas nuevas, explora lugares nuevos, salte de tus rutinas. Los ambientes nuevos nos ofrecen perspectivas distintas. Dios hizo que cada persona tuviera inventiva en algún aspecto. Activar los procesos creativos puede ser entretenido y abrir caminos hacia una renovada inspiración.
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Dedica tiempo al silencio. Dios nos hizo de manera que necesitamos momentos de silencio. Precisamos espacios en blanco en nuestra vida. Se puede alcanzar un sentido de propósito y gozo a partir de momentos de silencio, reflexión, oración y comunión con Dios. A veces es necesario pensar, reflexionar y orar acerca de nuestra vida, en qué dirección va encaminada y cuáles son nuestros objetivos.
En distintos momentos de nuestra vida puede que lo que contribuya a infundirnos inspiración y reavive nuestra llama no sea siempre lo mismo. Por eso, aunque haya cosas hacia las que te apoyes como fuentes de inspiración, no te quedes atascado en una rutina. ¡Proba cosas nuevas! Hay múltiples mecanismos de renovación. Probalos sin reticencias…»
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